Gracias a la persona que me ofreció trabajar con ella en la floristería más importante de la ciudad, descubrí que el mundo floral era mi destino.
Y ahora, por fin tengo mi propia floristería 😉
No es una floristería cualquiera. he conseguido que en cada centímetro de La llar de les flors se vea reflejado quien soy, mis gustos y lo que soy capaz de hacer.
Eso les encanta a mis clientes que, día tras fía, confían más en mí, tanto para dar una alegría a esa persona tan eespecial para ellos, como para que les ayude a crear un bonito rincón en su hogar.